Stingray Beach Cozumel Environmental
Concern in Cozumel about the environmental and social impact of the Cabo Mantarraya project
Text & Translation by Moises JH & Tono Lopez
The Cabo Mantarraya megaproject has generated growing concern among Cozumel residents, as it involves the occupation of Playa Villa Blanca, one of the last public spaces on the island, and a significant part of the adjacent federal maritime zone. Citizens fear that the development will interrupt free access to the beach, a key location for recreational activities such as swimming and snorkeling, and cause irreparable damage to the marine ecosystem.
The local community has expressed its rejection of the possible construction of platforms and commercial premises, which, in their view, would affect both coastal aesthetics and recreational activities in the area. The project, promoted by the company Total Busto del Caribe SRL CCB, contemplates the installation of steel piles on the seabed, and has also raised concerns about the environmental impact, especially in areas where protected species such as the coral Acropora palmata live.
Environmental specialists and advocates have pointed out that the project’s environmental impact statement omits certain marine species that are important for the balance of the coastal ecosystem, which has provoked criticism from environmental groups. They point out that the project could have devastating effects on the area’s marine biodiversity.
In addition, community members have denounced that the native vegetation of Playa Villa Blanca, including protected mangroves, was illegally cut down in December 2023, before the official authorization process was initiated before the Ministry of the Environment and Natural Resources (Semarnat).
In response to public pressure, Semarnat has opened a public consultation, available until September 30, 2024, to gather opinions and observations on the social, economic, and environmental implications of Cabo Mantarraya. The Directorate of Urban Development and Ecology of the Government of Cozumel has already issued a technical opinion declaring the project unfeasible from a technical perspective, although the final decision will depend on federal and state authorities.
In parallel, in a live transmission a citizen denounced the possible construction of a pier in Playa Mantarrayas, where concrete piles were placed without consulting the community. He pointed out that this beach is the only space where open water swimming is practiced, and that its possible concession to private interests could limit the access of residents and affect high impact sports activities, which involve both young people and adults.
The community has initiated several protest actions, including the collection of signatures, in the hope that local and federal authorities will prioritize the conservation of this public space and the protection of the coastal ecosystem.
Preocupación en Cozumel por el proyecto Cabo Mantarraya su impacto ambiental y social
Text & Translation by Moises JH & Tono Lopez
El megaproyecto Cabo Mantarraya ha generado una creciente inquietud entre los habitantes de Cozumel, al implicar la ocupación de Playa Villa Blanca, uno de los últimos espacios públicos de la isla, y una parte significativa de la zona federal marítima adyacente. Los ciudadanos temen que el desarrollo interrumpa el acceso libre a la playa, un lugar clave para actividades recreativas como la natación y el esnórquel, y que cause daños irreparables al ecosistema marino.
La comunidad local ha manifestado su rechazo a la posible construcción de plataformas y locales comerciales, lo que, según su prespectiva, afectaría tanto la estética costera como las actividades recreativas en el área. El proyecto, impulsado por la empresa Total Busto del Caribe SRL CCB, contempla la instalación de pilotes de acero en el fondo marino, tambien a generado preocupaciones sobre el impacto ambiental, especialmente en áreas donde habitan especies protegidas como el coral Acropora palmata.
Los especialistas y defensores del medio ambiente han señalado que la manifestación de impacto ambiental del proyecto omite ciertas especies marinas importantes para el equilibrio del ecosistema costero, lo que ha provocado críticas de grupos ecologistas. Estos señalan que el proyecto podría tener efectos devastadores en la biodiversidad marina de la zona.
Adicionalmente, miembros de la comunidad han denunciado que la vegetación nativa de Playa Villa Blanca, incluyendo mangles protegidos, fue talada ilegalmente en diciembre de 2023, antes de que se iniciara el proceso de autorización oficial ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Ante la presión ciudadana, la Semarnat ha abierto una consulta pública, disponible hasta el 30 de septiembre de 2024, para recoger opiniones y observaciones sobre las implicaciones sociales, económicas y ambientales de Cabo Mantarraya. La Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología del Gobierno de Cozumel ya ha emitido una opinión técnica que declara inviable el proyecto desde una perspectiva técnica, aunque la decisión final dependerá de las autoridades federales y estatales.
En paralelo, en una transmisión en vivo un ciudadano denunció la posible construcción de un muelle en Playa Mantarrayas, donde se colocaron pilotes de concreto sin consultar a la comunidad. Destacó que esta playa es el único espacio donde se practica el nado en aguas abiertas, y que su posible concesión a intereses privados podría limitar el acceso de los residentes y afectar actividades deportivas de alto impacto, que involucran tanto a jóvenes como adultos.
La comunidad ha iniciado diversas acciones de inconformidad, incluyendo la recolección de firmas, con la esperanza de que las autoridades locales y federales prioricen la conservación de este espacio público y la protección del ecosistema costero.
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