The Great “Cozumel Sweet Potato Famine of 2016”
Madeleine Mason explains the Cozumel Gravity of the situation
For those of us who like to cook, finding a specific ingredient on this island can be challenging at best. We all know that, for instance, to get fresh herbs, you have to scour the veggie bins in Mega hoping they have what you need. It’s a crap shoot. Additionally, we covet what we cannot easily get…..lemons, for instance. We know that we can make the trek to the mainland and possible score some lemons at Walmart, or for the super intrepid, venture all the way to Cancun and hit up Costco.
One item that is not usually difficult to find, however, is the sweet potato or “camote amarillo” in Spanish. I, being the super planner extraordinaire, begin to look for these tuberous root vegetables at least 10 days in advance of Thanksgiving day. Yes, there are many of us here who still like to honor that tradition and go all out with turkey and all the fixins, ASSUMING, that is, that you can get all the fixins. This year sadly, it was a different story.
Not finding the sweet potatoes at MEGA 10 days prior, I shrugged and thought, ‘no biggie’, CHEDRAUI will have
them; I’ll just check tomorrow….and so it began. The hunt. The hunt for the elusive sweet potato. “No, gracias”, we do not mean the “camote blanco”, we found ourselves saying to every single veggie-stocker at every single grocery store and fruiteria every single day in the days leading up to Thanksgiving.
Threads on Facebook Groups – like Cozumel 4 You – were followed in droves. Everyone wanted to know what the latest was on the sweet potato situation. Would we get them in time? Well, this OCD home chef could wait no longer. When the major supplier of fruits and vegetables, Mahajara, told us they had not received them and it was Wednesday around noon, my adoring husband did the only thing any man worth his salt would do in his position…he hopped on the ferry and went in pursuit of the must-have T-day side dish.
He took a taxi to Walmart….nothing. Stepping outside, he saw a Super AKI and a MEGA in the not-too-far distance and decided to walk to check both. Did I mention it was raining? Striking out at both, in desperation, he asked the line of waiting taxi drivers if they knew where he could find camote amarillo. One gentleman spoke up and said he knew where; his wife had just purchased some that morning so hubby took off and found the place, pausing only to call me to give me an update. I told him that if he found some, to buy the lot of ’em because we had an island full of people in need.
He found the place and lo and behold, they had some, only 12 small pieces but enough to keep his stressed-out wife happy. He made it back later that afternoon, a bit soggy but content with his achievement.
The sweet potato casserole was made that evening, popped into the oven (covered with mini-marshmallows) the next afternoon as guests arrived. Dinner was served, food was passed around and appetites sated and as I went back into the kitchen to retrieve another glass of wine, I saw it sitting there…..the sweet potato casserole. We had forgotten to put it on the table.
La gran “escasez de camote amarillo de 2016 en Cozumel”
Para quienes nos gusta cocinar, encontrar un ingrediente en la Isla puede ser un reto, en el mejor de los casos. Todos sabemos que, por ejemplo, para conseguir hierbas frescas hay que escudriñar los cubos de los vegetales en Mega, esperando que tengan lo que usted necesita. Es un tiro a ciegas. Además, codiciamos aquello que no podemos encontrar fácilmente; por ejemplo: limas. Sabemos que podemos hacer la expedición a tierra firme y tal vez encontrar algunas limas en Walmart o, para quienes son sumamente intrépidos, aventurarse hasta Cancún e ir a Costco.
Algo que por lo general no es muy difícil encontrar es el camote amarillo. Ya que soy una extraordinaria organizadora, comencé a buscar este tubérculo con al menos 10 días de anticipación al Día de Gracias. Sí, muchos de nosotros aún respetamos las tradiciones y echan la casa por la ventana con el pavo y las guarniciones; esto es, SUPONIENDO que pueden encontrar todas las guarniciones. Esta año, tristemente, fue otra la historia.
Ya que no encontré camotes en Mega 10 días antes, encogí los hombros y dije ‘no importa’ Chedraui debe tener; así que iré mañana … y ese fue el comienzo. La cacería. La caza del esquivo camote. A todo distribuidor verduras, en toda tienda de abarrotes y frutería, todos los días hasta llegar el Día de Gracias nos encontramos diciéndole “no gracias” ya que no nos referíamos al camote blanco.
Siguió un aluvión de discusiones en facebook. Todos deseaban saber las ultimas noticias acerca de la situación con el camote. ¿Conseguiríamos el camote a tiempo? Bueno esta chef obsesiva-compulsiva no pudo esperar más. Cuando el Maharajá, el proveedor más grande de frutas y verduras, nos informó que no lo habían recibido era miércoles por la tarde; mi adorado esposo hizo lo único que un hombre de su talla podría hacer en su situación: se subió al ferry y fue en búsqueda de la imprescindible guarnición del día de G.
En taxi fue a Walmart y no encontró nada. Al bajar se percató que Súper AKI y Mega no están lejos así que decidió caminar y echar un vistazo en ambos. ¿Mencioné que llovía? Descartando ambos supermercados, en su desesperación preguntó en la línea de taxistas que esperaban, dónde podría encontrar camote amarillo. Un caballero le indicó que él sabía donde ya que su esposa había adquirido unos esa mañana. Así, mi esposo partió y encontró el sitio, sólo se detuvo para llamarme por teléfono y ponerme al corriente. Le indiqué que si encontraba algunos que comprara muchos pues teníamos una Isla llena de gente que los necesitaban.
Encontró el sitio y vaya sorpresa: sólo tenían 12 piezas pequeñas pero suficientes para hacer feliz a su estresada esposa. Regresó esa tarde, algo mojado, pero contento con su triunfo.
El guisado de camote se preparó esa noche; entró al horno (cubierto con malvaviscos pequeños). La siguiente tarde llegaron los invitados. Se sirvió la cena; los invitados pasaron la comida ofreciéndola y los apetitos fueron saciados. Cuando regresé a la cocina por otra copa con vino y me percaté que el guisado de camote estaba ahí asentado. Olvidamos ponerlo sobre la mesa.
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OMG HAHAHA Noooooo!! you forgot to put them out!
I was so stressed out looking for them EVERY DAY this year! I ended up finding them on Thursday morning at 9:30am at Maharaja! My local friends talk about my sweet potatoe casserole all year round! I don’t think they would have even come to our Tday dinner if I didn’t make them! haha. I will make sure to buy them 2 weeks ahead next year!